Parece que, finalmente, nuestra recuperación económica dependerá de si somos capaces o no de demostrar al mundo entero una cosa: se puede confiar en los españoles. Y es que, en realidad, siempre ha sido así en el mundo económico (y que se puede generalizar a otros aspectos de la vida): las expectativas (lo que va a pasar) dependen mucho de los hechos (lo que ya ha pasado). Y los hechos recientes son que en los últimos meses, finales de 2011, España dijo que las cuentas (el déficit publico) eran unas y luego resultaron ser otras (del previsto 6 % se pasó al 8,5 %). ¿De quién fue la culpa: del Estado central o del Estado autonómico?. Quizás esto ahora sea lo menos importante, toda la Administración pública del Estado está en el mismo barco. Lo verdaderamente importante es que las cuentas estén claras, que seamos capaces de convencer a nuestros socios europeos de que vamos a cumplir en 2012 con el objetivo del 5,3 % de déficit, que seamos capaces de no fallar en los cálculos como nos pasó el año pasado.
Más información: El País
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Publicado por Ramón Ramos Peña para ECOMON el 4/15/2012 05:48:00 PM
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